
LA ENFERMERÍA: UNA CRISIS GLOBAL Y UNA OPORTUNIDAD PARA MÉXICO
Según el International Council of Nurses (ICN), el mundo enfrenta un déficit alarmante de 10.6 millones de enfermeras para 2030, un dato que refleja una crisis profunda y urgente. Esta escasez pone en riesgo la sostenibilidad de los sistemas de salud en todos los continentes, ya que las enfermeras no solo garantizan atención clínica de calidad, sino que cumplen funciones esenciales en la prevención, educación, gestión de riesgos sanitarios y seguridad del paciente.
El ICN ha descrito a la enfermería como la “columna vertebral de la atención sanitaria”, un reconocimiento que se alinea con las palabras de Berbesi Fernández, quien explicó en un comunicado reciente: “En muchos países, los enfermeros son la puerta de entrada a la atención primaria en salud”. Y añadió que su rol va más allá del cuidado clínico: también son quienes identifican tempranamente los riesgos que enfrentan los pacientes.
Uno de los factores más preocupantes de esta crisis es el envejecimiento de la fuerza laboral. Se estima que el 17% de las enfermeras del mundo se jubilarán en la próxima década, lo cual agravará aún más la escasez si no se toman medidas inmediatas en formación, retención y atracción de nuevos talentos.
México: una necesidad urgente y una gran oportunidad
México no es ajeno a esta crisis. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el cuarto trimestre de 2021 había alrededor de 620,000 personas empleadas en servicios de enfermería en el país, incluyendo tanto profesionales como auxiliares y paramédicos. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por ejemplo, cuenta con más de 124,000 enfermeras y enfermeros en su plantilla.
Sin embargo, el número sigue siendo insuficiente. México tiene una tasa de enfermeras por cada 1,000 habitantes menor al promedio de los países de la OCDE, lo que evidencia un déficit estructural de personal de enfermería. Además, solo un porcentaje reducido de enfermeras cuenta con una especialización, y existe una marcada desigualdad entre las entidades federativas en cuanto al número de profesionales disponibles.
Esta situación, si bien crítica, también representa una enorme oportunidad para las nuevas generaciones. Estudiar enfermería en México hoy es más que una elección vocacional: es una apuesta segura por un futuro con empleabilidad, impacto social y reconocimiento profesional. La creciente demanda global por personal calificado, unida a la necesidad nacional, abre puertas no solo en el ámbito clínico, sino también en áreas como la salud pública, la docencia, la investigación y la gestión sanitaria.
En un contexto donde la salud se ha convertido en prioridad global, la enfermería se posiciona como una de las profesiones con mayor valor social y necesidad estructural. Formarse como enfermero o enfermera en México es, sin duda, responder a un llamado urgente y convertirse en agente de cambio para millones de vidas.