El cambio climático es un tema que cada día se torna más complejo para todo el planeta. Un ejemplo claro fue lo vivido en Río de Janeiro, donde se superó el récord de temperaturas llegando a 59.7º; pero en donde ahora como país, viven inundaciones por lluvias torrenciales que afectaron a casi 1 millón de habitantes en 345 municipios dejando a más de 100 personas fallecidas.
Lo complejo de toda esta situación, es que solo 10 países ricos causan el 70% de los gases de efecto invernadero (China genera el 33% total. India, USA, y Rusia, 25%), pero estos mismos pugnan para que los países pobres limiten la exploración de recursos naturales por esta causa.
Seamos claros, según datos de la OXFAM, el 1% más rico de la población mundial genera la misma cantidad de emisiones de carbono que los 5.000 millones de personas que componen los 2 tercios más pobres de la humanidad.
El problema no es menor, pues en las últimas décadas, nuestras acciones nos han llevado a destruir el 65% de la biodiversidad.
En todo el planeta vivimos una doble moral en este tema, pues por un lado decimos comprometernos, pero la realidad es que nuestras acciones no son decididas para tratar de frenar este grave problema. Un ejemplo interesante fue el mencionado por la periodista Alejandra Zapata retomando lo escrito por la activista Cara Lisette, quien comentó: “A todo esto se ha sumado que los vuelos privados emiten más CO2 en minutos que el promedio de una persona en la India en todo un año. Por eso, los vuelos de 15 minutos o menos de personalidades como Taylor Swift, Kim Kardashian y Steven Spielberg en jets privados han desatado olas de rechazo… podría reciclar todo, comprar toda mi ropa de segunda mano, compostar y cultivar mi propia comida por el resto de mi vida y ni siquiera comenzaría a compensar la huella de uno de estos vuelos”.
En el caso de nuestro país, el cambio climático nos está agobiando por medio de una sequía y olas de calor que están afectando en gran medida los procesos de siembra que es uno de los soportes económicos para muchas familias mexicanas.
Para la OMM (Organización Meteorológica Mundial), México es el país que registra el calentamiento más acelerado de América Latina y el Caribe. En 2023, el país registró un incremento de casi 1º Celsius de su temperatura promedio en los 30 últimos años.
Este cambio de temperatura se sumó a un periodo de sequía prolongado que nos ha llevado a precipitaciones inferiores a lo normal que van de un 20 a un 60 por ciento menos. En estados como Durango, San Luis Potosí, Querétaro e Hidalgo se detectó, durante el segundo semestre del año, una sequía excepcional (la máxima de las cinco categorías de intensidad de las sequías).
Según la CONAGUA el 75% del país presentó algún nivel de sequía en febrero de este año, lo que se agrava más, cuando sabemos que 22 estados de la república ya se encuentran en estrés hídrico.
Para la calificadora Standard & Poor´s, en 2050 11 estados de la república no tendrán agua suficiente para abastecer sus propias necesidades, según ellos, estos son: Baja California, Baja California Sur, Aguascalientes, Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Guanajuato, Sonora, Chihuahua, Sinaloa y Zacatecas.
El tema es bastante complejo, pero pareciera que no lo estamos dimensionando. Hoy toda nuestra investigación, innovación, disrupción e inversión debería estar encaminada a la búsqueda de soluciones que nos ayuden a mitigar los tremendos problemas ambientales a los que nos enfrentaremos en muy pocos años.
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