La tarde del jueves 4 de septiembre, la sala de conciertos del FICOTRECE se vistió de gala. Desde que crucé las puertas, podía sentirse la mezcla de nervios y alegría: padres con cámaras en mano, estudiantes ajustando la toga, flashes, risas y alguna lágrima que se escapaba antes de tiempo.
A las 18:00 en punto, el murmullo cedió paso al silencio. Los honores a la bandera, a cargo de la banda de guerra de la Secretaría de Seguridad Pública, dieron inicio al acto. En ese instante, entendí que no era solo una ceremonia: era el cierre de años de esfuerzo para más de 180 alumnos que estaban a punto de convertirse en egresados.
El presidium lucía imponente, con el Alcalde Leo Montañez, el Rector Juan Camilo Mesa Jaramillo, autoridades del Instituto de Educación, directores y consejeros de Global. Verlos ahí, junto a estudiantes y familias, daba la certeza de que algo grande estaba pasando.
El rector tomó la palabra y habló con el corazón: “Ustedes son la generación que transformará a México”. No fue un discurso frío; se sintió como un mensaje dirigido a cada uno de los que, toga puesta, repasaban mentalmente los desvelos, los trabajos en equipo, los sacrificios familiares.
Luego, Denisse Chico, presidenta de Thinkers & Leaders, nos arrancó un nudo en la garganta. Su voz tembló por segundos, pero pronto se volvió firme: habló de lo difícil que es creer en uno mismo, de noches de duda y también de la fuerza que se encuentra en una comunidad que acompaña. Sus palabras hicieron que muchos padres se miraran entre ellos con orgullo, como si confirmaran que valió la pena cada madrugada de estudio.
Llegó el momento esperado: diplomas, estolas y el gesto simbólico del cambio de borla en el birrete. Cada estudiante que subía al escenario cargaba una historia distinta: algunos de Comunicación, Derecho, Arquitectura, Administración, Ingeniería en Big Data, Diseño, Kinesiología, Psicología, Comercio, Contaduría, Ingeniería en Desarrollo de Software, Ingeniería en Seguridad Informática, Marketing; otros de Maestrías en Branding y Educación, y hasta el Doctorado en Educación. Detrás de cada nombre, había años de esfuerzo personal y familiar.
Cuando el alcalde Leo Montañez ofreció sus palabras finales, el ambiente ya era pura celebración. “Este es solo el comienzo”, dijo, y la frase resonó como un augurio de futuros prometedores.
La foto general con autoridades fue el último instante solemne antes de que el recinto explotara en júbilo: birretes al aire, gritos, abrazos, lágrimas compartidas. Los pasillos del FICOTRECE se llenaron de familias que buscaban el mejor rincón para inmortalizar el momento, mientras los graduados caminaban con la ligera incredulidad de saberse, por fin, egresados.
Más allá de los discursos y los protocolos, ayer se respiró orgullo. Orgullo por una universidad que ve consolidarse su generación fundadora de licenciaturas cuatrimestrales, orgullo por estudiantes que rompieron barreras y escriben el futuro con su propio esfuerzo.
La noche terminó entre fotos, risas y promesas de seguir en contacto. Pero dentro de cada uno quedó la certeza de que el 4 de septiembre de 2025 marcó un antes y un después: la primera generación fundadora de Global University ya camina hacia el mundo, lista para transformarlo.