Según datos de nuestras autoridades federales México enfrenta un déficit de personal médico, señalando que se requieren 200.000 médicos más para atender a la población sin seguridad social.
El promedio del personal médico de los países miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) es de 3.7 médicos, 9.2 enfermeras y 4.3 camas por cada mil habitantes; mientras que en nuestro país se cuenta con 2.5 médicos, 2.9 enfermeras, y una cama.
Según el INEGI, la carrera de medicina es la tercera mejor pagada del país con un salario promedio de $26,163.oo mensuales.
La enseñanza de la medicina es todo un reto para el país, pues no solo es el costo de la carrera la cual implica una gran cantidad de materiales, insumos, accesos a hospitales, entre otros, sino que la calidad se convierte en un elemento prioritario pues en los hombros de los profesionales de la salud se encuentra lo más valioso para un ser humano: su salud.
¿Qué se requiere para que una universidad ofrezca la carrera de medicina?
Para que una universidad cuente con la carrera de medicina se requiere un RVOE (Registro de Validez Oficial de Estudio) emitido por la SEP (Secretaría de Educación Pública), pero antes de este trámite, se debe solicitar ante la SEP, algo denominado OTA (Opinión Técnico Académica), un documento que emite la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud (CIFRHS). Esta opinión evalúa la claridad y pertinencia de los planes de estudio de las áreas de la salud, también la calidad de las instalaciones que se pretenden usar, además de garantizar que los programas educativos sean adecuados para la formación de profesionales competentes.
Posterior a la apertura de la carrera de medicina, y cuando se completa el egreso de la primera generación, las universidades “serias” optan por una acreditación de calidad ante la COMAEM (Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica).
Es importante mencionar que la carrera de medicina debe tener unos altísimos estándares de calidad, por lo que las universidades que la ofrecen deberían contar, además de los permisos de la SEP, y la acreditación de COMAEM, con una acreditación institucional que garantice que la institución cuenta con altos estándares de calidad garantizando una formación adecuada para los estudiantes de medicina de quienes dependerá la salud de los pacientes.
Además de todo lo señalado, es importante que, aunque las autoridades señalan un déficit de médicos en país, la enseñanza de la medicina no se masifique, pues es imposible formar con calidad en universidades que reciben cantidades altas de alumnos, a quienes terminan impartiéndoles clases, médicos recién egresados sin experiencia profesional y docente.
La calidad de las escuelas de medicina en México se evalúa actualmente con los resultados de los exámenes ENARM (Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas) y desde hace varios años la universidad mejor evaluada ha sido la Universidad Panamericana de México, quien únicamente recibe a 60 alumnos por año, esto hace que estos estudiantes cuenten con los mejores y más capacitados maestros durante su formación.
Al final, sí necesitamos más médicos en México pues los datos no mienten, pero necesitamos médicos de calidad preparados de manera integral; listos para los retos de una salud con una medicina humana, innovadora y preventiva.
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