EMPRENDER ES EL CAMINO
Hace muchos años me di a la tarea de soñar con un modelo educativo que mejorara la educación de nuestro país. Por 15 años viajé a diferentes países tratando de entender que hacían bien las naciones que tenían buenos resultados académicos y económicos, y cuáles de estas características podríamos aplicar en México para construir un sistema acorde a las necesidades del siglo XXI.
Es importante señalar, que, aunque hacemos un gran esfuerzo en México, los resultados no son positivos, pues llevamos más de una década saliendo mal evaluados en las pruebas internacionales. También es importante resaltar que en nuestro país tampoco logramos innovar a la velocidad, calidad y cantidad que se requiere en las economías actuales, pues nuestra producción de patentes es lamentable en comparación con muchos países, incluso con peores condiciones que las nuestras.
Aceptar nuestros errores y carencias, es la mayor virtud que podemos tener, pues nos presenta una realidad con la que no nos sentimos cómodos, y ellos no impulsa a construir algo diferente y mejor.
En estos viajes pude darme cuenta de que los países exitosos soportan sus economías en sistemas educativos fuertes, y en su gran mayoría, fortaleciendo dos aspectos principalmente:
- Una educación centrada en la innovación.
- El desarrollo de habilidades de emprendimiento en sus estudiantes.
Estos dos elementos sencillos y complejos al mismo tiempo han sido la base de economías crecientes que están enfrenando con éxito las vicisitudes actuales de incertidumbre y complejidad en que vivimos.
Gracias a estos elementos, y de la mano y apoyo de varios empresarios, hace 11 años fundamos el Colegio Nuevos Horizontes Global School una institución que desde la innovación desarrolla niños con una mentalidad emprendedora. Hoy en día en un modelo de entrenamiento continuo para los niños, donde se enfrentan a los obstáculos de ser emprendedor y empresario, se han desarrollado cerca de 1000 empresas, algunas de ellas con gran potencial de desarrollo.
En un foro público, algún colega comentó que era “absurdo en México formar emprendedores, pues en México solo el 2% de los emprendedores tienen éxito, y los demás fracasan, por lo que formar emprendedoras es lanzar a los estudiantes al matadero y a la frustración”.
La verdad es que en México únicamente el 10% de las empresas que se abren, se mantienen después de 5 años de fundación, y esto justamente se da porque el sistema educativo no enseña a sus alumnos a ser emprendedores.
Esto lo entendieron muchos países desde hace años, por lo que decidieron apostar decididamente al desarrollo de habilidades emprendedoras y esto llevó a un gran desarrollo de sus economías.
Nuestro país tiene la obligación de cambiar el paradigma de seguir formando únicamente jóvenes de manera masiva en las universidades para buscar un empleo luego de elaborar 5 hojas de vida (tenemos que equilibrar el porcentaje de formación de empleados y emprendedores). No hay nada más frustrante que invertir en una educación que no te de las herramientas para tener un desarrollo profesional como innovador, disruptor y/o emprendedor. Este modelo de empleados funcionó perfectamente en el siglo XX cuando la atracción de multinacionales era casi el único objetivo de los gobiernos; pero el siglo XXI, el de la robotización acelerada de la manufactura, nos lleva al reto de la innovación como objetivo de cualquier sistema educativo eficiente, así que el gran retro que tenemos como sociedad, es formar más y mejores emprendedores, y para ello, el camino es entrenarlos muchas veces buscando mejorar el índice de eficacia del empresario de nuestro país.
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