AMLO: EL NO ACTUAR, TE HACE CÓMPLICE
El 2021 fue un año sumamente complejo para la seguridad de México. Atentados, homicidios, secuestros, enfrentamientos… sangre que enluta a todo el país.
Tristemente la mayoría de los ciudadanos de bien, nos tapamos los ojos y decimos: “eso es entre narcos”, ingenuamente pensando que vivimos en un país paralelo donde no pasa nada, y otro México donde se mata la gente por el control de los negocios ilícitos.
Los números son bastante dramáticos. Para TResearch International el 2021fue un año terrible para México, pues en sus investigaciones nuestro país se ubicó como el tercero con más homicidios en todo el mundo (33.308), únicamente superados por Brasil (50.033), y por la India (42.678). En el otro ranking, el de homicidios por cada 100.000 habitantes, las cosas tampoco lucen bien, pues nuestro México se ubicó como el 6to peor país en el mundo (26.8 homicidios por cada 100.000 habitantes), superado por Jamaica (46.5), Venezuela (45.6), Honduras (37.6), Bolivia (36.3), y Sudáfrica (35.9).
Según este estudio, el estado más violento de México es Zacatecas, seguido de Baja California, Colima, Chihuahua, Sonora y Guanajuato. Aguascalientes aparece como uno de los 4 estados menos violentos.
Al 15 de junio de este año, el actual sexenio de AMLO lleva 123.364 homicidios, presentando días bastante violentos de más de 100 homicidios.
A 43 meses del gobierno de AMLO, este ha sido sumamente violento (123.364 homicidios), muy por encima del segundo presidente con más homicidios, Enrique Peña Nieto (74.737). De seguir esta tendencia, al final del sexenio de López Obrador, nuestro país habrá acumulado 211.357 homicidios, lo que seguramente seguirá destruyendo la imagen de nuestro país en el exterior, alejando las inversiones, y afectando a todos los ciudadanos de México.
Lo triste de la historia, es que esta no es una guerra de narcos, pues la inseguridad afecta a todos por igual. Miles y miles de historias de personas afectadas, que han destruido sus vidas por una bala perdida, un secuestro, o la extorsión a sus negocios.
México se desangra y la pasividad del presidente lo vuelve cómplice.
Todos sabemos que el tema es bastante complejo, pero mientras el presidente no acepte que sus estrategias como la de “abrazos no balazos” han sido completamente fallidas, va a ser imposible retornar la tranquilidad que nuestro país necesita para poder desarrollar su economía y generar las condiciones necesarias para crecer y tener más oportunidades para los ciudadanos.
Señor presidente, es momento de cambiar la estrategia en seguridad; un país que lo tiene todo para ser exitoso, no puede seguir siendo el centro de atención por la sangre que derrama.
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